Por Pep Plasin, Head Coach del Área Femenina de la Academia Sánchez-Casal Barcelona.
El 22 de Junio de 2018, en la Academia Sánchez-Casal Barcelona, se vivirá otra vez un día muy especial. Una nueva promoción de alumnos se graduará, después de 12 cursos intensos, y llegará el momento de enfrentarse a otra etapa en su vida. Es un día alegre y triste a la vez.
Es un día de emoción, tanto para los alumnos protagonistas como para las personas que hemos trabajado con ellos durante todos estos años. Coaches, profesores, educadores físicos, fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas, etc., todos y cada uno de los que forman parte de esta organización han aportado su granito de arena en la formación de estos alumnos para que estos chicos y chicas adquieran los conocimientos académicos y el nivel tenístico necesarios para proseguir con su nueva etapa.
Nuestra misión en la Academia es dar oportunidades en la vida, en la educación y en el tenis y es lo que hacemos desde nuestro origen. Si pensamos especialmente en la generación que se gradúa este mes de junio, prácticamente son como nuestros hijos, porque muchos han pasado una década con nosotros. Laura López, Marc Feliu, Jordi Ferrer… Todos ellos eran realmente unos niños cuando se incorporaron a la familia Sánchez-Casal.
La graduación es un momento mágico. Los alumnos están en tensión y viven con nervios los días previos porque se hace difícil hablar delante de un público tan numeroso y en un momento tan emotivo. Recuerdos y vivencias hacen que un nudo se cree en la garganta, no sólo en la de los que hablan, también en la de los que asistimos. Creedme que, a veces, con las vivencias que cuentan, te hacen llorar.
Todo empieza con el discurso del Salutatorian, el alumno que ha obtenido las segundas mejores calificaciones. Luego siguen el resto de alumnos, con una intervención corta cada uno de ellos. Finalmente, el Valedictorian, el mejor alumno de su promoción, cierra los parlamentos con un discurso que suele ser más emotivo e inspirador para todos.
Con ello, termina la ceremonia y vienen los saludos, abrazos, fotos, risas y, como no, lágrimas. Así acaba una etapa. Todos estos estudiantes tomarán a partir de ese momento un camino diferente pero todos y cada uno de ellos tendrán dentro de sí un trocito de lo que intentamos transmitir en la Academia. Y también, todos y cada uno de nosotros nos quedaremos un trocito de nuestros alumnos, porque también nosotros aprendemos de ellos.
Hace dos años hicimos un encuentro muy emotivo de exalumnos, con gran éxito de asistencia, en él distintas generaciones de antiguos alumnos de Sánchez-Casal Barcelona vivieron un día lleno de recuerdos, especial e inolvidable.
Durante la cena de esa noche, una exalumnos me llamó y me dijo “Gracias”. Yo le conteste “¿Por qué?” Ella me dijo “…por todo”. Su respuesta, tan corta y tan amplia, me dio mucho que pensar, porque la dijo con gran sentimiento y salía de su corazón.
Para mí, esta sencilla frase es el resumen de todo lo vivido y aprendido en la Academia que, con el tiempo y la experiencia, nuestros alumnos aún valoran más.
Gracias por todo a nuestros alumnos.
Pep Plasin
Head Coach del Área Femenina, Academia Sánchez-Casal Barcelona
